miércoles, 9 de enero de 2013

"Debemos facilitar a nuestro alumnado su desarrollo en el sector productivo". Entrevista a Carlos de la Higuera, Director General de GSD Cooperativa

Mi primera historia de emprendimiento del nuevo año 2013  la inicio dirigiéndome a las instalaciones donde se sitúan las oficinas de mi siguiente protagonista, Carlos de la Higuera Pérez, Director General de Gredos San Diego Cooperativa. Y para ello, me adentro en  una de las zonas más populares del distrito de Vallecas, el barrio de San Diego.

Carlos de la Higuera, maestro y licenciado en Derecho,  coordina los ocho colegios que tiene la Cooperativa Educativa en la Comunidad de Madrid, en cuyos edificios cursan estudios un total de 13.300 alumnos, está integrada por 1.000 socios y ha creado cerca de 1.500 puestos de trabajo.

La Cooperativa Gredos San Diego se fundó en el año 1985 por un grupo de 18 trabajadores, docentes y no docentes, que asumieron la titularidad del Colegio Gredos San Diego a causa de la jubilación de su propietario, Julio López Herrero. La historia del centro se remonta a los años 50 y por su fuerte implantación en el barrio y su talante moderno y liberal forma parte inseparable de la historia de Vallecas.



Desde sus inicios, la Cooperativa trabajó por el desarrollo de los sistemas educativos y la creación de empleo desde un modelo de Economía Social. A pesar de las dificultades, el equipo humano se embarcó en el ambicioso proyecto de construir un nuevo centro escolar que reuniera las condiciones exigidas por la LOGSE. El 6 de septiembre de 1994 se abrieron las puertas del Colegio Gredos San Diego Vallecas, cercano a la sede actual de la Asamblea de Madrid y germen de lo que casi veinte años después conforma la mayor red de centros de educación concertada, en régimen de cooperativa, de la Comunidad de Madrid.

Sirva de introducción a esta entrevista una de las ideas recogidas en el  libro "Las Cooperativas: Una alternativa económica", escrito por Javier Divar Garteiz-Aurrecoa que muestra las aportaciones que el sistema de cooperativas ha realizado al desarrollo económico. Así, el autor en su prólogo subraya que: "El futuro es algo incierto, pero se forja con la voluntad humana y, en consecuencia, se puede vislumbrar.(...) Tenemos el reto de consolidar una forma de ver, de ser y de hacer de la economía una realidad sostenible, a la vez que inclusiva, más inteligente y generadora de empleo estable y de calidad".


Carlos de la Higuera, es una persona afable, cercana, de verbo fluido e ilustrado, que me adentra en la historia de la Cooperativa mostrándome la verdadera filosofía de la "emprendiduría", iniciada por él junto con otros trabajadores hace ya más de 25 años. En un momento en el que España atravesaba también una situación económica y política complicada, un grupo de personas se vieron en la necesidad de trabajar, "partiendo de la economía social de la educación para conseguir una dedicación creciente a la Formación Profesional, al Magisterio y a la educación medioambiental", generando a su alrededor un engranaje perfecto de cooperativas y microempresas.







El Paro no nos para.- ¿Cómo se gestó la creación de la Cooperativa Gredos San Diego Vallecas?

Carlos de la Higuera.- El origen de cualquier iniciativa emprendedora, relacionada con la economía social, está siempre fundamentada en la necesidad. La mayor parte del progreso humano a lo largo de la Historia se ha dado en base a cubrir necesidades que van surgiendo. En nuestro caso, éramos un grupo de 18 personas, heterogéneo en mentalidades y en edades. Pese a las diferencias surgidas en un principio, fuimos conscientes de que debíamos apostar por nuestro futuro. Y lo conseguimos, nuestro acierto fue conjugar aspectos de organización formal con organización informal. Es decir, el desarrollo de los distintos programas educativos entonces, preescolar, EGB, etc. los integramos con momentos de ocio para acercar a las familias hacia esa nueva realidad empresarial que estábamos contemplando, este aspecto fue fundamental. A lo largo de los nueve años que duró nuestra travesía del desierto, tuvimos que negociar con un entorno muy complicado, con una puesta en marcha de nuevas administraciones; la autonómica, la municipal que ya existía y la estatal. Y también, con una falta de rodaje desde el punto de vista político. Tuvimos que aprender a relacionarnos, y en un país, dónde las cosas son blancas o negras, conseguimos el punto intermedio. El camino iniciado por Julio López Herrero, con una actividad que recogía un crisol de ideologías y mentalidades, orientada claramente a la Educación, y que tras su implantación en los años 50 se convirtió en la Universidad de Vallecas. Fue nuestro referente educativo.

EPNNP.- ¿Cuál fue su desarrollo?

C. de la H.- Recogimos un legado que supimos apreciar, formaba parte de nuestro ADN. Teníamos una clara vocación hacia el alumno, nos faltaba desarrollar el trabajo en equipo. El aula era una especie de claustro materno, donde todo el mundo se sentía muy cómodo y nadie entraba en lo que hacia el otro. Rápidamente defendí la idea de empresa, sacar a la gente del aula, poner en común lo que estábamos haciendo, y cuando volviéramos otra vez al aula, sin abdicar del gen que teníamos interiorizado de otro modo de enseñar, tomar conciencia de que los trabajos no eran departamentos estancos, sino que estaban interrelacionados. Poco a poco fue calando la idea de cooperación, de empresa. Tratábamos de ir avanzando, paso a paso, siempre intentando que cada aportación fuera consecuente con lo que buscábamos. En 1994, con la apertura de nuestro primer centro GSD Vallecas, ya sabíamos lo que queríamos claramente.




EPNNP.- ¿De qué manera se recogen los principios cooperativistas en este proyecto empresarial?

C. de la H.- Profundizamos en el conocimiento de la legislación cooperativa e hicimos nuestros los principios y valores que definen el cooperativismo, creo que de una manera inteligente. Por ejemplo, incorporando como socios al personal de limpieza, de administración, etc. La integración de personal no docente, nos daba un plus porque la mayor parte de las cooperativas que conozco, sólo asocian a personal docente. Esto y otras notas, hacen que Gredos San Diego sea diferente.

EPNNP.- ¿Cómo se gobierna la Cooperativa? ¿Cómo se toman las decisiones?

C. de la H.-  Es una conjunción de liderazgo y de participación. Tiene que existir un equilibrio. Si estamos ante una participación desmesurada y poco liderazgo, caemos en una estructura horizontal inoperante. Si apostamos, únicamente, por el liderazgo y no tenemos en cuenta la relevancia de las personas, estamos en una suerte de autoritarismo. Llegar a ese equilibrio es difícil, pero ahí está la bondad de esta fórmula empresarial. En un principio, elegimos un presidente ejecutivo por elección. Es esta persona quien rinde cuentas y si la asamblea está conforme con la gestión que se ha realizado, sigue votando a ese consejo rector. Cuando fuimos creciendo, optamos porque hubiera una dirección general. La Asamblea elige a un consejo rector y éste elige a un gerente, que puede ser destituido en cualquier momento.
El director manda en el colegio, es propuesto por la Dirección General, y es el que dispone en el centro. A su vez, éste debe conseguir unos objetivos económicos, pedagógicos y sociales, de tal forma que el centro siga siendo viable. Finalmente, los resultados se reinvierten. Esta política nos ha facilitado nuestro crecimiento y convertirnos, probablemente, en la primera institución educativa de Madrid.

EPNNP.- ¿Cree que el modelo cooperativo determina una forma de gestionar la educación?

C. de la H.- Sin ninguna duda. Nuestro lema,  "El mundo no se nos ha dado para contemplarlo, sino para transformarlo", extraído del pensamiento del sacerdote vasco José María de Arizmendiarieta, cobra relevancia hoy más que nunca, cuando estamos sometidos a los vaivenes del capital, como si fuera el único factor de producción. A partir de esta idea, planteamos el esquema de nuestro proyecto educativo. Nos hemos encontrado con una Universidad, que siempre ha estado de espaldas a la empresa, con una Formación Profesional, que siempre ha sido una asignatura pendiente. Nosotros buscamos que nuestros alumnos sean ciudadanos de primera categoría, que tengan inquietudes. Hacemos una apuesta clara por la formación para el empleo, movilizando a través del intercambio educativo a 1.200 alumnos por todo el mundo.


EPNNP.- ¿De qué manera apuesta su proyecto educativo por la internacionalización de su alumnado?

C. de la H.-  La innovación tiene que ser un estado permanente del espíritu, hay que cambiar. Y el mundo se ha hecho muy pequeño. La beca Erasmus ha sido el mejor invento que ha producido la Unión Europea para acercar a los pueblos. Cómo decía Salvador de Madariaga: "El día que hablemos de ciudades como Berlín, Cracovia o Barcelona, como algo nuestro. Ese día tendremos carta de naturaleza como ciudadanos europeos". En este sentido, no debemos temer, y por ello nuestros estudiantes tienen que tener la opción de ejercer en nuestro país, es nuestra inversión, para ello les hemos dado una formación. El riesgo existente viene derivado de la falta de emprendimiento, de motivación, porque aquí no se ha premiado la Excelencia.

EPNNP.- ¿Qué papel juega la Administración en la sensibilización de la filosofía del emprendimiento?

C. de la H.- Actualmente, nos encontramos con problema de liderazgo en la política. Moralmente, los políticos deberían ser menos, bien pagados, para que estuvieran los mejores. Gente capacitada, que haya tenido experiencia en el mundo de la empresa es fundamental para entender y comprender el espíritu del emprendedor.

EPNNP.- ¿De qué manera el Grupo Cooperativo GSD apuesta por la Formación Profesional?

C. DE LA H.- Partimos de la base de que si hemos hecho un grupo cooperativo dedicado a la formación musical, Artemus; otro dedicado a la atención de mayores, Tosande; y un tercero, dedicado al diseño textil, El Mercante. Debemos hacer un esfuerzo porque todo ese capital humano que estamos conformando tenga una orientación hacia el sector productivo. Si no, no tiene sentido. Vamos a hacer lo que no hace este país. Soy consciente de que esto produce cierto repelús, pero leyes educativas de otros países, como Finlandia, cuando habla de alumnos, habla de “clientes”. Y nosotros vendemos un producto que se llama educación, y por el hecho de ser intangible, no debe de dejar de cobrar relevancia el producto que estamos vendiendo. Eso nos obliga a atender debidamente al alumno, padres, etc. Consecuentemente, si nuestro producto es la educación debemos facilitar a ese capital humano que pueda desarrollar su carrera en el sector productivo. Y es ahí donde estamos. Queremos conseguir convenios con empresas para que los alumnos puedan realizar prácticas, siendo el profesorado el nexo que nos indique cuáles son las necesidades de la empresa y formar al alumno para cubrir esas carencias, siendo conscientes del valor añadido que cada uno aporta.

EPNNP.- ¿Tenéis en mente ofrecer a los estudiantes estudios universitarios?

C. de la H.- Sí. El centro ya está autorizado, está ubicado en Las Rozas y adscrito a la Universidad de Alcalá de Henares. Queremos educar a nuestros alumnos, los futuros maestros, con arreglo a la idea que cómo creemos nosotros que debe desarrollarse la profesión, con la intención de incorporarlos en un futuro a nuestros centros. Con ello queremos mantener, mejorar y crear puestos de trabajo, como indica una de las máximas de la Ley de Cooperativas. No descarto, en un futuro, crear una universidad cooperativa muy vinculada a empresas para facilitar la salida de nuestros alumnos. Conociendo a través de los equipos de orientación cuál es el potencial humano del que disponemos.

EPNNP.- ¿Qué valoración hace de la necesidad de incorporar en el sistema educativo la filosofía del emprendimiento cómo modelo de desarrollo personal y profesional del alumno?

C. de la H.- Nosotros estamos en vanguardia del aprendizaje del sistema cooperativo. Hace tiempo que los practicamos en nuestros centros con la creación de equipos de trabajo. Interiorizarlos es imprescindible, te crea un hábito de colaboración en el futuro. No lastra las potencionalidades de desarrollo educativo de los más inteligentes y permite que todo el mundo se sienta partícipe de su propia educación. Además, la sociedad relaciona la cooperativa con lo pequeño, con lo marginal. Necesitamos que haya cooperativas fuertes que ayuden a construir un mundo mejor.

EPNNP.- ¿Por qué hay tan poca cultura del emprendimiento en nuestra sociedad?

C. de la H.- Por razones de tipo cultural, religioso, social. Las aulas juegan un papel fundamental en la adquisición de esta idea. Para ello, hay que predicar con el ejemplo. Quién mejor que un centro educativo debe apostar por el emprendimiento y debe ser un ejemplo para sus alumnos. Es aquí donde se encuentra la esencia de la emprendiduría. Nos gustaría que este proyecto de emprender que tiene Gredos San Diego se hiciera extensible y calara hondo en la sociedad.

EPNNP.- ¿Es el emprendimiento el futuro de nuestras sociedades?

C. de la H.- Estoy convencido, creo que es la empresa del siglo XXI. O apostamos por esta forma de hacer empresa o no tendremos remedio, y pasaremos a depender de otro imperio, probablemente, China.


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